1. Antecedentes
La filial LE1267 de Unite the Union, el sindicato reconocido del personal de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), se dispone a publicar un aviso de voto de huelga.
Compartimos este documento debido a que algunos miembros del personal han sido amenazados con medidas disciplinarias por discutir las propuestas de reestructuración de la dirección de la ITF, que reducirían la plantilla de Londres en un 25 % en 2025.
Este mes, tres miembros del personal fueron amenazados con la posibilidad de medidas disciplinarias por informar a colegas de otros sindicatos mundiales que la incertidumbre creada por el actual proceso de reestructuración les impide comprometerse con planes a más largo plazo.
El personal de la ITF puede ahora remitir a las partes interesadas a este documento y dirigir las solicitudes de información adicional al sindicato del personal (contact[at]itfstaffunion.org).
Agradeceremos todo esfuerzo por comunicarle a la dirección de la ITF su apoyo a nuestra reivindicación de un enfoque más colaborativo que aborde las inquietudes del personal en torno a la transparencia financiera, las garantías procesales y la concesión de tiempo suficiente para llevar a cabo una consulta genuina, en la que se haga todo lo posible por evitar los despidos forzosos.
2. Opinión del personal de la ITF sobre las propuestas de reestructuración
De implementarse, los severos recortes propuestos por la dirección de la ITF tendrían un efecto profundamente destructivo e increíblemente desigual.
Como miembros del personal estamos obviamente preocupados por el riesgo que corren nuestros puestos de trabajo. Pero hay mucho más en juego. Los recortes propuestos ponen en peligro la crucial labor sindical a la que hemos dedicado años de nuestras vidas.
Después de que las afiliadas aprobaran una ambiciosa visión durante el Congreso celebrado en Marrakech en octubre de 2024, equipos enteros responsables de llevar a la práctica este programa de trabajo se verían diezmados por recortes de personal de la mitad o incluso de dos tercios. Algunos equipos se reducirían a una sola persona. Se eliminarían más de 30 funciones.
Estos cargos son necesarios para realizar la labor que nos han solicitado las afiliadas a través de las estructuras de gobernanza democrática de la ITF. Por lo tanto, los recortes propuestos ponen en peligro la visión del Congreso.
También preocupa seriamente que la reducción de plantilla propuesta agudice las desigualdades existentes en la ITF. En efecto, la reestructuración otorga inmunidad a las funciones directivas (en las que predominan los hombres), al tiempo que rebaja el salario e intensifica la carga de trabajo de las funciones en las que hay una mayor concentración de mujeres.
Además, la dirección de la ITF propone añadir una nueva función de alta dirección para las operaciones internas, lo que normalmente es responsabilidad de un Secretario General Adjunto. ¿Cómo puede justificarse esta ampliación de la alta dirección?
¿La dirección afirma que se necesitan urgentemente recortes de personal en Londres para hacer frente a un déficit financiero, a la vez que anuncia que se asignarán recursos adicionales para “fortalecer las regiones”? ¿De dónde proceden estos recursos adicionales? ¿Y cómo encaja el actual personal regional en este nuevo panorama?
Al igual que ocurre en Londres, el personal de la región de Asia-Pacífico se está viendo sometido a un proceso de reestructuración y ha recibido cartas en las que se comunica que sus puestos están en peligro. Se están modificando los salarios y las condiciones de empleo de todo el personal regional, pero se le niega el derecho a la negociación colectiva, protegido en los Estatutos de la ITF.
3. Cuestionamiento de la narrativa de la dirección de la ITF
Es probable que la dirección de la ITF diga que todo esto son especulaciones, que la reestructuración está sujeta a consultas formales y que no se ha tomado ninguna decisión.
Lamentablemente, el personal de la ITF no comparte esta opinión. Hay pocas posibilidades de que se celebre una auténtica consulta en un plazo tan breve, cuando la dirección afirma que la consulta concluirá antes de finales de julio. Esto es especialmente cierto cuando sigue faltando información necesaria y no se siguen las políticas internas.
1. Falta de transparencia financiera: La dirección de la ITF se ha negado a facilitar la información financiera solicitada por el sindicato, por lo que ahora es objeto de una queja formal ante el Gobierno británico. El recorte de personal debería ser el último recurso. No creemos que se hayan explorado plenamente todas las alternativas, especialmente cuando existen ejemplos notorios de despilfarro y mala gestión financiera.
2. Falta de garantías procesales: El proceso de consulta no ha seguido la propia política interna de la ITF sobre reestructuración, por lo que se ha presentado una queja colectiva en la que se solicita detener el proceso hasta que se examine este recurso. Hasta la fecha, la dirección se ha negado a examinar el recurso, tal y como exigen nuestra política interna y nuestro convenio colectivo.
3. Calendario apresurado: El calendario de la consulta no es realista dada la magnitud de los cambios propuestos. A la dirección de la ITF le cuesta cumplir un plazo de 45 días para realizar cambios en un pequeño equipo de cuatro personas, por no hablar de una reestructuración de toda la organización que afecta a 144 personas en Londres, además de a todo el personal a nivel mundial. Transcurridas más de cuatro semanas desde el inicio de la consulta formal, la información sobre los cambios propuestos sigue siendo insuficiente y contradictoria.
La jornada completa de mediación mantenida con el servicio ACAS del Gobierno británico no dio lugar a avances reales en ninguna de las cuestiones mencionadas. No podrá llevarse a cabo una consulta significativa hasta que se aborden estos asuntos.
No nos oponemos al cambio. La planificación estratégica es fundamental. Sin embargo, nos resulta alarmante la poca consideración o comprensión de nuestro trabajo que revelan estas propuestas. El verdadero objetivo parece ser acelerar un resultado planificado de antemano a tiempo para la próxima reunión del Comité Ejecutivo en octubre.
4. Estrés y riesgo de victimización
Como miembros de la plantilla de la ITF, nos estamos viendo sometidos a un inmenso estrés mientras lidiamos con las repercusiones de los recortes de personal y las propuestas de reestructuración.
La amenaza de despidos masivos sigue cerniéndose sobre el personal, incluidas las cartas de “riesgo de despido” enviadas fuera del horario laboral el viernes 6 de junio.
En una reciente encuesta realizada entre el personal, más del 85 % de los encuestados afirmaron que las comunicaciones de la dirección tenían un impacto negativo en su salud mental o su bienestar.
Cinco de los seis delegados sindicales electos han sido puestos “en riesgo” de despido, con la única excepción de la delegada sindical del Departamento Marítimo (que ha sido excluido del proceso de reestructuración). No se han abordado las preocupaciones planteadas sobre la posible victimización de los representantes sindicales.
5. Voto de huelga del personal de la ITF
Unos tiempos sin precedentes exigen unas medidas sin precedentes.
Por las razones descritas anteriormente, el personal de la ITF está llevando a cabo una votación formal de huelga por primera vez en la historia del sindicato del personal de la ITF.
De acuerdo con la legislación sindical del Reino Unido, esta votación se realiza por correo postal. El periodo de votación comenzó el 12 de junio y finalizará el 2 de julio.
Los resultados de la votación se anunciarán poco después de que venza este plazo, y cualquier posible repercusión en las actividades operacionales de la ITF se comunicará a su debido tiempo.
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